En polvo o líquido: ¿qué detergente para la ropa es mejor?

En polvo o líquido: ¿qué detergente para la ropa es mejor?

Cada cual tiene su formato preferido, ¿pero será por las razones correctas? ¿Hay un tipo de detergente que lave mejor o que cause menos daño a la lavadora? ¿Qué dicen los expertos?




Un indispensable en el hogar, indispensable para la limpieza y el cuidado de la ropa que nos viste y nos abriga. El detergente industrial, que ya supera los cien años desde su invención a manos del químico alemán Otto Rohm, y desde entonces las mejoras han sido innumerables, tanto por su eficiencia tecnológica como por la reducción de su impacto medioambiental.

Los formatos también se han multiplicado —como el de láminas, toda una novedad que reseñamos hace un tiempo—, aunque en Chile los más populares siguen siendo dos: el detergente en polvo y el líquido. El primero suele ser mucho más barato que el segundo. Por eso siempre cae la misma pregunta: ¿cuál de ellos es mejor?

Cómo funciona un detergente

Antes de responder la pregunta, primero conviene explicar cómo hace un detergente para lavar nuestra ropa. Uno de los protagonistas en esto son los agentes tensioactivos, componente base de los detergentes. Se trata de unas sustancias con la capacidad de modificar la tensión superficial del agua.

Hay ocasiones en que el detergente deja la ropa más sucia de lo que estaba antes de lavarla. Foto: Getty Images.

Raquel Marcos, doctora en química y divulgadora científica española, explicó al medio El País el efecto que tienen los tensioactivos al entrar en contacto con la ropa.

“Son sustancias químicas capaces de eliminar la suciedad gracias a su estructura química. Ahí encontramos dos partes: una afín a compuestos acuosos (hidrófila) y otra afín a compuestos grasos o liposolubles (lipófila). Esta dualidad es lo que permite la eliminación de diferentes manchas”, dijo Marcos.

Cuando el tensioactivo entra en contacto con una sustancia, continúa Marcos, “la rodea y la elimina, formando micelas. De manera más científica, lo que realmente está haciendo es reducir la tensión superficial de la mancha”.

Sabiendo esto, ahora sí nos adentramos en el dilema principal: ¿qué es mejor, el detergente en polvo o el líquido?

Detergente en polvo: más concentrado, mejor desinfectante y mayor eficacia sobre manchas

En los detergentes en polvo, además de los tensioactivos, se suelen añadir agentes blanqueadores, enzimas, fragancias y otros aditivos. La solución resultante es comúnmente más concentrada que la del detergente líquido. Eso implica que se necesita menor cantidad por carga de lavado, lo que a su vez significa un eventual ahorro a largo plazo.

Su alta concentración también es la razón por la que es tan efectivo al momento de lavar la ropa. “El detergente en polvo es conocido por su potencia en la eliminación de manchas difíciles y suciedad extrema, lo que lo hace una opción popular para cargas pesadas”, sostiene Teresa Cruz, brand manager de home appliances en LG Chile. Es otra de las ventajas de este formato.

Manuel Figueroa, marketing manager de Fensa, explica que el detergente en polvo también posee un efecto desinfectante más intenso, lo que lo hace muy eficaz en esta línea. “Además, este tipo de detergente es conocido por mejorar la blancura de los tejidos blancos”, agrega.

Cuidados

Hasta ahora, todos estos son excelentes argumentos para optar por el detergente en polvo. Sin embargo, éste no siempre es sinónimo de alegría y pajaritos revoloteando en medio de los deberes domésticos, como lo pintan en la publicidad. El formato tiene algunas desventajas que deben ser consideradas antes de utilizarlo.

Una es que el polvo, en ocasiones, no se disuelve del todo en el agua. Esto puede tener varias implicancias. Por ejemplo, que en la ropa queden residuos del detergente, dejándola grasosa, y que se requiera de otro enjuague. Así, se reduce su eficacia y aumenta el gasto energético.

Para las telas gruesas o muy sucias, el detergente en polvo es altamente eficaz.

Teresa Cruz dice que esto es algo que puede ocurrir, sobre todo, en lavados con agua fría. Carolina Urrutia, cofundadora y directora de innovación y desarrollo de FreeMet —marca nacional de productos de limpieza que apuesta por la sostenibilidad—, advierte que “el detergente en polvo puede dejar manchas en las prendas al acumularse o secarse sobre ellas”. No es el único daño que puede generar en la ropa.

Manuel Figueroa agrega que la composición del detergente en polvo puede resultar “agresiva” con algunos tejidos delicados, como la seda y la lana. “Puede ser demasiado abrasivo y provocar daños irreparables. En estos casos, es preferible optar por detergentes líquidos diseñados específicamente para prendas delicadas”, aconseja.

A largo plazo, el excedente de detergente en polvo puede tener implicancias sobre la lavadora, ya que “puede llegar a mezclarse con las sales o carbonatos del agua, formando una especie de pasta que se acumula en los orificios y conductos, deteriorando la máquina y generando daños”, explica Urrutia. “Puede causar obstrucciones y dificultar el funcionamiento”, confirma Teresa Cruz.

¿Cuándo se recomienda el uso del detergente en polvo?

Si bien los entrevistados aseguran que el detergente en polvo sirve para todo tipo de prendas si se ocupa correctamente —siguiendo las instrucciones de la marca al pie de la letra, así como las de la lavadora y de la ropa—, reconocen que el formato es ideal para prendas resistentes, como toallas, sábanas, ropa de cama y también jeans; todas ellas tendrán una limpieza más eficiente, sobre todo si presentan manchas al momento de meterlas al lavado.

Detergente líquido: facilidad de uso, cuidado de telas y biodegradabilidad

La diferencia en los compuestos del detergente líquido respecto al polvo es el agua que se le incluye, que se mezcla con los agentes tensioactivos y otros aditivos, como suavizantes y fragancias. Este formato, según Cruz, es “más fácil de medir, diluir y dosificar”. La facilidad de uso es, quizá, su ventaja más evidente.

Figueroa dice que los detergentes líquidos son conocidos por su suavidad con las telas, “siendo menos agresivos y adecuados para prendas delicadas, lo que ayuda a prolongar la vida útil de la ropa”. Además, dice Carolina Urrutia, el formato se disuelve mejor en las prendas y contribuye a mantenerlas por más tiempo.

“Están bien adaptados para lavados a temperaturas bajas, lo cual es beneficioso para el medio ambiente ya que las altas temperaturas requieren de un mayor gasto energético”, agrega la cofundadora de FreeMet.

La mayor facilidad con la que el detergente líquido se disuelve en el agua es también garantía respecto al cuidado de la lavadora. “Reduce la acumulación de residuos que podrían obstruir los conductos de agua y causar problemas de funcionamiento a largo plazo”, explica.

Y si se trata de medio ambiente, Figueroa apunta a la cualidad biodegradable de las fórmulas presentes en este formato. “Muchos líquidos están formulados para respetar el medio ambiente y los colores de las telas, lo que los hace una opción consciente para los consumidores preocupados por el impacto ecológico”, sostiene.

Cuidados

Todos estos atributos no hacen que el detergente líquido sea infalible. En efecto, el formato tiene sus desventajas. Una de ellas, dice Manuel Figueroa, es que su efecto desinfectante puede ser menos intenso, “lo que puede ser un factor importante para quienes buscan una limpieza más profunda de la ropa”.

Y así como tiene menos capacidad desinfectante que el detergente en polvo, el líquido también “puede no ser tan poderoso para eliminar manchas difíciles”, según Figueroa. Por ello, recomienda reservar su uso para prendas con suciedad menos intensa o complementarlo con tratamientos adicionales para manchas persistentes.

Por otro lado, dice el representante de Fensa, “el uso de envases de plástico para muchos detergentes líquidos puede plantear preocupaciones sobre el impacto ambiental, ya que es un material difícil de reciclar”. Todo un dilema cuando, por otro lado, el producto ofrece biodegradabilidad.

¿Cuándo se recomienda usar detergente líquido?

Dada la suavidad que ofrece su fórmula, el detergente líquido parece el agente ideal para la limpieza de telas delicadas como la lana, la seda y tejidos sintéticos. Y si nos vamos a las prendas, blusas, vestidos, lencería, ropa interior, prendas de bebé, debieran salir de la lavadora limpias y sin daños en sus fibras.

Entonces, ¿cuál elegir?

¿Qué dicen los expertos en lavado y lavadoras? ¿Optar por detergente en polvo o líquido? Pregunta comprometedora, tal vez, pero Teresa Cruz dice que para responder hay que considerar “tanto la efectividad de la limpieza como el impacto en la vida útil de la lavadora”.

En el caso de LG, Cruz dice que recomiendan el uso de detergente líquido en sus modelos, debido a su capacidad de disolverse completamente en agua, lo que minimiza la posibilidad de dejar residuos en la máquina. “Esto es crucial para mantener el funcionamiento óptimo de la lavadora a lo largo del tiempo”.

¿Líquido o polvo? He ahí el dilema.

Manuel Figueroa, en tanto, sostiene que los equipos Fensa están capacitados para operar tanto con detergente líquido como en polvo. Para éste último, las lavadoras de la marca cuentan con funciones que generan mayor movimiento de agua con el fin de disolverlo por completo y no tener los problemas mencionados anteriormente.

La elección entre detergente y en polvo, entonces, depende de una serie de factores, como el tipo de ropa a lavar y el nivel de suciedad que ésta posea, lo que implica hacer el trabajo de seccionar la carga y hacer lavados específicos para cada cual.

También es relevante conocer las funciones de la lavadora y las recomendaciones que las marcas puedan hacer en torno al tipo de detergente a utilizar en ellas. Sin embargo, queda claro que el formato líquido tiene mayor adaptabilidad a los distintos sistemas y representa menos riesgos para el largo plazo, tanto para la máquina como para la ropa.

“Desde una perspectiva técnica, el detergente líquido es la opción preferida para asegurar un funcionamiento óptimo y prolongar la vida útil de las lavadoras. Además, es más versátil y puede ser utilizado en una amplia gama de tejidos y temperaturas de lavado, lo que brinda una mayor flexibilidad al usuario”, acota Teresa Cruz.

Consejos para cada formato

Si después de leer este estupendo artículo prefieres utilizar detergente líquido, considera lo siguiente:

  • Es esencial dosificar con un medidor para evitar el exceso de espuma, lo cual puede causar obstrucciones en la máquina.
  • Para lo anterior, sigue las instrucciones del fabricante y adapta la cantidad al volumen de ropa que vas a lavar.
  • Verter el detergente en el compartimento designado para una distribución uniforme.
  • Es crucial mantener limpio el dispensador para evitar la acumulación de residuos.
  • Programa siempre el ciclo adecuado. Si estás lavando prendas delicadas, selecciona el ciclo de lavado “Delicado” o “Ropa de Lana” en tu lavadora para garantizar un lavado suave.
  • Si la ropa está muy manchada, considera realizar un tratamiento previo para optimizar la efectividad del detergente.

Si en cambio eres fan del detergente en polvo:

  • Es esencial dosificar correctamente según las indicaciones del fabricante y la carga de ropa.
  • Asegúrate de que el detergente se disuelva completamente en el agua antes de comenzar el ciclo de lavado para evitar la formación de grumos y residuos.
  • Mantén la lavadora limpia realizando limpiezas periódicas para eliminar posibles acumulaciones de detergente en polvo y residuos.

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