El libre acceso al conocimiento, una de las mayores revoluciones que ha permitido Internet

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En una época con grandes cantidades de información, internet permite un acceso casi universal y en diferentes formatos a los contenidos con solo un par de clicks.


La revolución de Internet no sólo ha facilitado las comunicaciones sino que ha logrado expandir y democratizar el acceso al conocimiento a tal punto que la ONU adoptó entre los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2015 el de "proporcionar acceso universal y asequible a Internet en los países menos adelantados de aquí a 2020".

Si bien el plazo está pronto a cumplirse, aún queda buena parte del planeta sin acceso a la red: según datos de la agencia inglesa We Are Social, la penetración de Internet alcanza a 57% a nivel mundial, con 4.388 millones de internautas. El mayor acceso se registra en Norteamérica y Europa del Norte, ambos con 95%, mientras que el menor acceso se observa en Africa (12%), Asia Central (52%) y el Caribe (51%). En Sudamérica el 75% de la población tiene acceso a Internet.

Sin embargo, los activistas digitales dicen que la igualdad frente al conocimiento no sólo se relaciona con la conexión a Internet. Hoy el debate gira en torno a quiénes generan el conocimiento digital y cómo están representadas las minorías como las mujeres, las personas de color y las habitantes del Sur del planeta. Whose Knowledge? es una campaña global que busca que los conocimientos de las poblaciones marginadas ocupen más lugar en Internet, con el foco en los conocimientos orales, encarnados y multilingües.

La enciclopedia popular

Fundada en 2001 por los estadounidenses James Wales y Larry Sanger, Wikipedia es la enciclopedia sin fines de lucro más amplia del mundo, con contenido en 303 idiomas y basada en un sistema de edición colaborativa y abierta que funciona bajo la Fundación Wikimedia. Sin embargo el sitio web también ha mostrado cifras desiguales: el 80 % de Wikipedia está editado por personas de Europa y Norteamérica, y sólo uno de cada 10 editores se identifica como mujer. Con capítulos en diferentes países, Chile tiene el suyo desde 2011, a través del cual aporta contenido y persigue acortar la brecha del conocimiento digital. "Hacemos proyectos de ediciones globales como Wikimedia en la Universidad, donde hemos trabajado con más de 600 estudiantes mejorando más de 300 artículos de Wikipedia en español, de temas como género, literatura, ciencias, arquitectura y contenidos regionales", dice Patricia Díaz, coordinadora general de Wikimedia Chile. Además desde 2017 realizan las llamadas editatones, jornadas de participación masiva sobre un tema puntual a través de convocatorias abiertas. Hasta ahora las editatones se han centrado en temas de género. Las próximas serán en septiembre sobre la historia de la comunidad judía en Chile, y en diciembre sobre mujeres, ciencia y tecnología, junto a la U. Alberto Hurtado y la Red de Investigadoras de Chile.

Visitar un museo a la distancia

El acceso al conocimiento digital también es posible gracias a plataformas que acercan experiencias a través de Internet. Hoy la posibilidad de conocer algunos de los más importantes museos del mundo está a solo un click. Google Arts & Culture, el sitio del Instituto Cultural de Google lanzado en 2011, pone a disposición más de 32 mil obras de arte en alta resolución, como La noche estrellada de Van Gogh, La columna rota de Frida Kahlo, o La ronda nocturna de Rembrant. Cada una de ellas con sus respectivas fichas técnicas e información contextual.

Otro de los recurso de la plataforma es la posibilidad de recorrer espacios patrimoniales y museos de más de 50 países, como el Metropolitan Museum of Art (MET) de Nueva York, la National Gallery de Londres, el Guggenheim de Bilbao, las galerías Tate Britan y Tate Modern, el MoMA, el Museo Frida Kahlo, entre otros. Esto gracias a la tecnología del Street View que entrega una panorámica interior de los espacios tal y como si estuvieras recorriendo el lugar a pie.

Además de acceder a las colecciones y perfiles diseñados para cada artista, es posible revisar contenidos sobre las técnicas y movimientos vinculados a los artistas de los cuales hay información en la plataforma.

Y así es como se ve un tour virtual, en este caso, por el Palacio de Versalles:

Clases online

Tomar cursos en algunas de las universidades más prestigiosas del mundo también es posible a través del acceso digital.

Fundada en 2012 por dos profesores de Standford, la plataforma Coursera cuenta con programas educativos que abarcan desde los negocios a las artes, pasando por temas de salud y ciencias sociales. Con precios que van desde los 30 dólares, se puede acceder a clases en línea que incluyen conferencias y actividades con cupos disponibles para quienes paguen y quieran obtener su certificación, pero también con la posibilidad de acceder gratuitamente como oyente. Entre las universidades asociadas están la U. de Washington, Stanford, Princeton, Duke, John Hopkins, London, Toronto y Sidney, así como las universidades de Chile y Católica, la UNAM de México y la U. de Sao Paulo.

Con el mismo espíritu, la plataforma Masterclass permite tomar clases online con algunos de los artistas más importantes de hoy. La escritora Margaret Atwood, el cineasta Werner Herzog y la fotógrafa Annie Leibovitz son algunos de los maestros que imparten clases en sus especialidades. El programa permite tomar lecciones de cine, guión, actuación, cocina, fotografía, entre otras áreas, por precios que van desde los 90 dólares.

Todo el conocimiento en un solo lugar

En 1996 un visionario ingeniero en inteligencia artificial del MIT, Brewster Khale proyectó la creación de una gran biblioteca que albergara todo la información de Internet. ¿Es posible que todas las obras públicas de la humanidad estén disponibles para todos en un solo lugar? Nunca se sabrá porque la tarea es infinita, pero Khale lo sigue intentando en la plataforma Internet Archive, que tiene 286 mil millones de webs guardadas, incluida una máquina del tiempo que permite visitar versiones antiguas de sitios que ya no existen. Además alberga 12 millones de textos, 3.3 millones de archivos de video y cantidad similar en audios y fotos.

"Los ciudadanos deberían tener acceso a su patrimonio cultural como una cuestión de derecho", dice Robert Darnton, ex director de bibliotecas de Harvard. "Podemos digitalizar y poner disponible libremente todos los libros en nuestras bibliotecas de investigación. Google se propuso cumplir esa tarea, pero luego intentó cobrar tarifas de suscripción por su servicio. Un tribunal federal de Nueva York declaró que el acuerdo era ilegal, porque violaba las leyes estadounidenses contra los monopolios. Ahora, más de 2 mil bibliotecas de investigación de los Estados Unidos han combinado sus existencias digitales en un solo sistema: la Biblioteca Pública Digital de América, una alternativa a Google que se lanzó en abril de 2013", cuenta a La Tercera.

En Chile, la académica Carolina Gainza dirige el Laboratorio Cultural Digital, proyecto Fondecyt al alero de la UDP, que reúne obras de arte digital en música, literatura y cine, para libre consulta. "Mucho de lo que se produce en la cultura digital está destinado a la obsolescencia, ya sea porque los sitios web caducan o porque el software privado se renueva constantemente, así como los aparatos tecnológicos. Nosotros estamos trabajando en un proyecto de archivo y preservación de la literatura digital latinoamericana y uno de los principales problemas que enfrentamos para acceder a las obras es la obsolescencia del software", comenta.

Plataformas chilenas

Llevan 10 años de funcionamiento y a la fecha tienen 4.386 fichas técnicas de películas en su sitio web. CineChile se ha transformado en la gran enciclopedia del cine chileno en Internet y reúne no solo información de un extenso catálogo de cintas, sino que también archivos históricos, críticas y contenido de actualidad. Del mismo modo, con 13 años de experiencia, Músicapopular.cl ofrece un enorme compendio en permanente actualización dedicado a la música chilena, de todos los géneros, desde la clásica y el jazz al pop, rock, la cueca, el Canto Nuevo y el hip hop. El sitio contiene información de obras y artistas, así como libros y descargas de discos.

Otros casos exitosos son el de la Biblioteca Nacional Digital y Memoria Chilena, ambos proyectos al alero de la Biblioteca Nacional de Chile. "Tenemos una producción de alrededor de 150 mil imágenes o páginas al año que se van digitalizando y esto se va publicando en las diferentes plataformas", cuenta Roberto Aguirre, jefe del Departamento de Colecciones Digitales de la Biblioteca Nacional. Mientras la Biblioteca Nacional Digital entrega acceso a los archivos digitalizados, Memoria Chilena pone esa información en contexto a través de una selección editorial. "Toda la incursión en las tecnologías de la información ha significado una serie de oportunidades de poder poner en acceso toda la información, no solo a nivel presencial como antes, sino que ahora nos consultan de todo Chile y países del mundo", agrega Aguirre.

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